La motivación no es un discurso bonito, es tu gasolina para dejar de quejarte y empezar a actuar. Es la fuerza que te hace levantarte, perseguir lo que sueñas y ponerle todo el corazón… o seguir siendo uno más del montón.Si haces algo sin motivación, felicidades: acabas de gastar tiempo, energía y paciencia en vano. Todo esfuerzo sin sentido tiene un precio: frustración, cansancio y arrepentimiento. Encuentra tu motivo y haz que cada acción cuente. No hay motivación buena o mala. La que te mueve a actuar y cumplir tus metas es la que vale. Punto.
Las personas que realmente logran cosas no esperan que nadie los impulse:
– Buscan retos, aman aprender y sienten orgullo de hacer las cosas bien, aunque nadie los aplauda. Su pasión y energía son contagiosas… y peligrosas para los mediocres.
– Siempre se superan. Llevan la cuenta de sus logros y celebran cada victoria como si fuera un golpe al destino.
– Mantienen la sonrisa cuando todo falla. Porque saben que cada tropiezo es solo un ensayo para su éxito real.
Para eso está Alecar Mentor: para motivarte a ti, a tu equipo, a tu familia, a todos los que asistan a sus conferencias. Para sacudirlos, hacerlos despertar y que salgan listos para dejar de sobrevivir y empezar a vivir con resultados.